Según la leyenda africana, un bebé humano fue abandonado en el bosque.
Encontrado y criado por una mona llamada Kala, creció aprendiendo las
leyes de la selva y el lenguaje de las bestias. Años más tarde, lord
Greystoke fue traído de vuelta a Inglaterra para reclamar su herencia
legítima. Sin embargo, de vez en cuando vuelve a la naturaleza para
convertirse en Tarzán, el rey de la selva.
Ahora es una de esas ocasiones. Tarzán ha vuelto a la selva junto a su
esposa, Lady Jane Greystoke, pero su fiesta llegó a su fin cuando
Usanga, malvado jefe de los Wamabo, secuestra a Jane para obligar a
Tarzán a recuperar las siete piedras preciosas que fueron robadas de su
santuario tribal. Estas piedras preciosas se cree que son los ojos del
arco iris, por lo que representa cada color del espectro. Tarzán se ha
dado tres días para encontrar las piedras preciosas, de lo contrario
Jane será devorada por el animal de la tribu, Sheeta la pantera.
Después de consultar a sus fuentes de información, Tarzán aprende que
los ojos del arco iris han sido esparcidos por la selva densa por una
familia de chimpancés molestos. La búsqueda de Tarzán implica navegar
por oscuras cuevas, grietas, pantanos y arenas movedizas traicioneras.
Los objetos, como la cuerda y la antorcha, son necesarios si Tarzán
quiere encontrar cada piedra preciosa. Durante la búsqueda, se
encuentra grandes peligros tales como cazadores de cabezas, leones,
serpientes, arañas, arenas movedizas, y pozos. Si Tarzán entra en
contacto con cualquiera de estos peligros, quedará aturdido durante una
hora y se reduce el temporizador de la pantalla en consecuencia.
Afortunadamente, puede derrotar a las criaturas, lo que le permite
escapar de ellas.
Si Tarzán se las arregla para encontrar las siete gemas en el plazo y
entregarlas a Usanga, Jane se dará a conocer. Si no es así, se
convertirá en otro plato de sopa selva.