Siente 600 CV vibrar por tu cuerpo y escucha el rugido del motor al pisar el acelerador. Pon las manos al volante y permanece atento al semáforo. Concéntrate mientras las luces pasan de rojo a ámbar y de ámbar a verde, suelta el embrague y sal disparado.
Escucha y siente el chirriar de los neumáticos, lánzate a la carrera dejando una marca de goma quemada a tu paso y lucha por mantener el control del coche.
No pierdas de vista la línea de meta, vas a tener que demostrar tu capacidad de concentración para convertirte en un auténtico Drag Racer…