En el cuartel general de la TIA -Técnicos en Investigaciones
Aeroterráqueas-, la señorita Ofelia contemplaba emocionada la tortilla
de percebes con que el profesor Bacterio le había obsequiado para el
almuerzo. Obviamente el iminente científico no le guardaba rencor por
el hecho de que Ofelia utilizará sus barbas, a modo de escoba, para
barrer los residuos orgáncios dejados a su paso por el gorrino al que
Bacterio administró una pócima para descomponerle el bloqueo cerebral y
convertirle en erúdito conferenciante y que, por desgracia, fue el
estómago lo que le descompuso al pobre bichejo.
Ofelia contuvo el erupto con el dorso de su mano derecha, la tortilla
había resultado deliciosa. Para manifestar su satisfacción, cacareó
repetidas veces, batió los codos con fruición y se acuclilló en un
rincón con la intención de poner un huevo.
Bacterio contemplaba la escena, en la habitación contigua, a través del
ojo de la cerradura. Su experimento para conseguir que las gallinas
pusieran huevos como si fuesen ametralladoras, que a primera vista
parecía un éxito, adolecía de un fallo y lo acaecido con Ofelia venía a
confirmárselo: el sólo contacto con los huevos producía en el
interfecto características gallináceas. Mañana corregiría la fórmula,
cerró con llave el laboratorio en que se encontraban las gallinas
víctimas de su experimento y partió hacia su casa mesando las barbas
que no ha mucho tuvo que desinfectar con siete toneladas de lejía a
causa de aquello del gorrino. A sus oídos llegó un cacareo de la
vacaburra de Ofelia más estridente de lo habitual. ¿Conseguiría poner
el huevo? Es dulce el sbor de la venganza.
Esa noche, el Anguilo, agente de la ABUELA, asociación maléfica y
encarnecida rival de la TIA, se introdujo subrepticiamente en las
oficinas de ésta última. El microfilm con los planos del proyecto HURRA
para la creación del botijo europeo se encontraba allí bajo custodia, y
su organización lo necesitaba para sus fines inconfesables.
No tardó en encontrarlo. Estaba encima de la mesa del Super junto a un
trozo de cordel que éste había olvidado atarse al dedo con el propósito
de acordarse de llevar el microfilm a su casa para que no lo robaran en
su ausencia. Presto a escapar con su preciosa mercancía, el Anguilo
pensó que la ABUELA también le recompensaría si presentaba un informe
de los últimos descubrimientos del insigne Bacterio. Con una ganzúa
abrió la puerta del laboratorio y...
Marcelina esperaba pacientemente a que alguien abriera la puerta, y
nada más dar un paso el intruso hacia el interior, le bombardeó con una
generosa somanta de huevazos en la cocorota. Mientras el sujeto daba
tumbos y cacareaba, desafinando terriblemente a juicio de Marcelina,
dejó caer lo que parecía un jugoso gusano negro, el platillo favorito
de la gallina. Marcelina lo deglutió inmediatamente pero... ¡Puaf!,
sabía a rábanos putrefactos estercolados, ¿dónde podría encontrar un
alka-seltzer?
Las gallinas levantaron el vuelo y escaparon del laboratorio, por
cierto, otra peculiaridad del elixir que le había pasado desapercibida
al ilustre biólogo Bacterio, era que las gallinas podían volar como si
fuesen águilas.
PRIMERA CARGA
Filemón, que junto con Mortadelo estaba de guardia esa noche en las
oficinas de la TIA, no podía creer la buena suerte que el destino le
deparaba, opíparas gallinas deambulando a su alrededor... Si las
atrapaba, Mortadelo podría cocinarlas en el terrado.
Debes ayudar a Filemón a entregarle gallinas a Mortadelo hasta dar con
Marcelina -sí, la que se tragó el microfilm-, y obtener el código de
acceso para la siguiente carga. Puedes saltar por el mobiliario del
cuartel general de la TIA y utilizar el ascensor, pero la misión no
será fácil, a medida que aumenta el número de gallinas recolectado, los
incordios se vuelven mucho más pertinaces.
Hablando de incordios, huye como del diablo de:
- Los huevos letales: Te arrebatan la gallina que tuvieras en tu poder
o te hacen adquirir características gallináceas y perder una vida.
- El cerdo Alberto: Víctima de un anterior experimento de Bacterio, del
que por fortuna se encuentra recuperado, mantiene una feroz aversión
por el personal de la TIA. Si te toca dá por perdida una de tus vidas.
Deshazte de él con una buena patada en su parte más apetitosa.
- El cacto: Verás lo que ocurre si lo utilizas como punto de aterrizaje.
- El platillo volante: ¿Dónde se ha visto un juego de ordenador que se
precie sin marcianos? Es el más peligroso, te despoja de todas las
gallinas acumuladas.
SEGUNDA CARGA
Marcelina estaba exquisita. Mortadelo se la comió frita, y con ella el
microfilm se tragó, cosa que el Super no ha sabido valorar demasiado
positivamente.
El superintendente Vicente persigue indignado a Mortadelo por las
calles de la ciudad arrojándole con saña todo tipo de objetos, pero
Mortadelo dispone de sus afamados disfraces para huir de "La ira del
Super".
Puede convertirse en rana, serpiente o fantasma, y así evitar los
proyectiles que el Super arroja y los obstáculos del camino.
De tus reflejos y habilidad depende que Mortadelo pueda alcanzar el
puerto donde Filemón le espera a bordo de una lancha rápida para partir
juntos en busca de próximas y divertidas aventuras.
CARGA DEL PROGRAMA
SPECTRUM CINTA: Teclea LOAD"" y pulsa ENTER
SPECTRUM DISCO: Pulsa INTRO en la opción cargador
AMSTRAD CINTA: Pulsa CONTROL y ENTER simultáneamente
AMSTRAD DISC: Teclea RUN"DISC y pulsa RETURN
MSX CINTA: Teclea RUN" CAS:
MSX DISCO: Introduce el disco y enciende el ordenador
El programa cargará automáticamente.
CONTROLES
El programa puede manejarse con el teclado o con un Joystick. El
teclado es totalmente redefinible.
TECLADO - JOYSTICK - FASE 1 - FASE 2
O - - IZQUIERDA - DISFRAZ ANTERIOR
P - - DERECHA - SIGUIENTE DISFRAZ
Q - - SALTAR/SUBIR - SALTAR
A - - BAJAR - AGACHARSE
SPACE - FUEGO - PATADA - DISFRAZARSE
H - H - PAUSA - PAUSA
EQUIPO DE DISEÑO
Programa ............. EMILIO MARTÍNEZ
Gráficos ............. MIGUEL ÁNGEL PERERA
Música ............... PABLO TOLEDO
Carátula ............. FRANCISCO IBÁÑEZ
Producción y distr.... DRO SOFT