La búsqueda del PENTAGRAMA, no podía haber estado más lejos de los
pensamientos de Sabreman, al recoger su libro de conjuras "Grand Arch
Wizardry" de la tienda de antigüedades del pueblo de Conjour. Era la
última copia del libro en existencia.
Sabreman rió quedamente según se ponía su bata azul celeste y su gorro.
Por fin estaba preparado.
Había luchado por bosques, cuevas y castillos; aún temblaba al recordar
el miedo frente a fantasmas y horrores, peleando contra todo y contra
todos para completar sus tareas y llegar hasta este momento. Esperó un
momento, y enseguida se fue, con su libro bajo el brazo para resolver
sus dudas.
Muchos años habían transcurrido, y la situación del PENTAGRAMA había
sido olvidada por la frágil memoria del hombre y se encontraba perdida.
Sólo el Mito y la Leyenda quedaban para recordar su antiguo poderío.
Incluso hay quien dice que sólo existió en la imaginación de los
antiguos.
Las llamas de la hoguera iluminaron a Sabreman según empezó a leer la
parte del libro referente al PENTAGRAMA. Se hizo el silencio; todo el
mundo quería oír los antiguos escritos...
"Y las plateadas aguas sacadas del pozo apagaron la sed del tiempo,
apuntando a las estrellas.
Dos encontrarás y luego dos más, todas tocadas por el mágico rocío. A
través de ellas encontrarás el PENTAGRAMA, su forma convirtiéndose en
algo tan sólido como una roca.
Los Runos deberás encontrar; ellos encontrarán su sitio en la Magia y
esta tierra, y así encontrarás tú el PENTAGRAMA".
Las llamas se apagaron. Pronto, todos conocerían el PENTAGRAMA.
La búsqueda ha comenzado.