Dragon Slayer es comúnmente considerado como uno de los progenitores
del género de acción RPG. El jugador toma el control de un caballero
que debe luchar a través de grandes mazmorras laberínticas
generales. El combate en el juego está totalmente orientado a la
acción: el jugador debe acercarse al monstruo y chocar con el con el
fin de infligir daño, al mismo tiempo tratar de evitar sus golpes. El
combate tiene lugar en la misma pantalla que la exploración, los
monstruos también a veces pueden perseguir al caballero si intenta
escapar. Ninguno de los lugares u objetos en el juego es al azar.
El jugador puede recoger piedras de poder y monedas durante el viaje;
las piedras de poder aumentan la fuerza del héroe, mientras que las
monedas aumentan sus puntos de golpe (de salud). Derrotar a los
enemigos también produce puntos de experiencia, lo que determina la
cantidad de HP máximo que el héroe es capaz de recibir. El
caballero es capaz de lanzar hechizos de magia, a pesar de que se
utilizan sobre todo fuera de combate, por ejemplo rompiendo muros,
teletransportarse, o creando un mapa de la zona.