¡BIENVENIDO A EGIPTO!
Está escrito que, en el corazón del antiguo Egipto hace cientos de
años, el Sumo Sacerdote sería molestado.
Su pueblo se rebeló y rehusó continuar con los sacrificios a Ra, el
Dios del Sol. Su ira estalló violentamente y forjó una siniestra
maldición para castigar al pueblo.
Una gran pirámide fue levantada y en la cámara más alta fue construido
un altar para Ra, el Dios Sol.
La maldición fue echada. Todo aquello que obstruyera o bloqueara los
rayos del sol durante las horas de luz diurna sería destruido.
Hoy es 26 de octubre de 1930 y en sólo dos horas la luna eclipsará
totalmente al sol, interponiéndose a la maldición de Ra, causando que
la ultrajante luna explote, dejando caer sobre la tierra una lluvia de
colosales meteoritos que variarán el balance ecológico y hundirán a la
civilización en una era oscura de miseria y conflictos.
TU MISION
Son las 8 en punto y acabas de aterrizar con tu biplano cerca de la
gran pirámide. Tu misión es alcanzar y destruir el altar de Ra que está
localizado en la cúspide de la pirámide.
TESORO
Recoge cuanto te sea posible... ¡Vas a ser rico!
Objetivo del primer día 125.000.
TU EQUIPAMIENTO
Un revolver -
Más un cargador de balas.
Tu reloj - El
eclipse tendrá lugar en 2 horas.
Una botella de agua - Mantenía
llena, ¡está caliente! No es saludable estar sin agua largos períodos.
Tu brújula - Un
elemento esencial para orientarse con éxito.
LA PANTALLA
Parte alta Izquierda - Ankhs
recolectados.
Parte media alta - Valor del tesoro
recogido.
Parte alta derecha - Situación
actual del eclipse.
Ventana principal - Vista generada
por FREESCAPE 3D de tus alrededores.
Mensaje
- Bajo la ventana principal. Este indica normal.
Tu localización actual más la altura de la cámara, sobre el nivel
del mar, mostrada en codos (ejemplo: 24 c = 24 codos). La entrada al
altar tiene una altura de 72 codos.
Parte inferior, de izquierda a derecha
- Reloj de pulsera, botella de agua, latido del
corazón, brújula.
26 DE OCTUBRE DE 1930, EGIPTO
Después de un viaje de tres días utilizando la mayoría de los métodos
de transporte que uno pueda pensar, y a más de uno probablemente no les
gustaría, llegué a Ankh-Arah. Era una típica ciudad norteafricana, con
calles de fango seco, casas cuadradas blanqueadas y un pozo de piedra
en la plaza principal.
Me apeé de mi «taxi» y pagué al camellero. Haciendo un rápido cálculo
mental llegué a la misma respuesta que cuando comencé el viaje, cinco
chelines y seis peniques por una «carrera» de camello.
El camellero desató mis dos maletas y las dejó en el suelo. Sin
miramiento, azuzó a su camello, giró y se fue, dejándome un tanto
perdido entre las nubes de polvo.
Recogí mi equipaje y fui en busca de algún sitio donde quedarme.
Me llevó 20 minutos encontrar la única posada en el pueblo. Un pequeño
edificio de piedra, como todos los demás, con dos dormitorios, un
agujero en el suelo como letrina y una suficiente cantidad de insectos.
Uno de ellos era el propietario, que rudamente me enseñó mi habitación.
Sin embargo, a pesar de que la cama estaba apelmazada y raspaba, me
dormí casi inmediatamente con la intención de levantarme temprano para
empezar mi exploración de la gigantesca pirámide, que estaba en el
valle del río, a un par de millas al sur del pueblo.
Esto me daría unas pocas horas antes del eclipse.
Necesito no estar preocupado. Me vestí y preparé mi equipo para la
jornada.
El sol estaba apuntando en el horizonte cuando dejé la posada y fui
hacia el sur a lo largo de la poco usada pista que va al único campo
aéreo en 20 millas.
El mecánico, que parecía ser el único habitante del lugar, me enseñó su
único avión. Como siempre tuve que pagar por adelantado.
Era un Sopwith Camel. Tan pronto como salté a la cabina averigüé por
qué en Egipto te encuentras viajando en camello la mayoría del tiempo.
El mecánico impulsó el propulsor varias veces antes de que el motor
comenzara a rugir y me vi dando saltos por la pista casi antes de
empezar a manejarlo.
Era todavía temprano cuando aterricé junto a la base de la pirámide y
permanecí allí un rato mirando su silueta contra el cielo.
Se podía también ver en el cielo muy tenuemente la forma de la luna
creciente que dentro de poco iba a eclipsar al sol.
Todos los demás trabajos de exploración que he conducido han sido más
pequeños que éste y llevaron meses de preparación, esfuerzo y
entrenamiento.
Era demasiado grande. No lo haría a tiempo.
El altar estaba en la cúspide.
Recorriendo la base de la pirámide, vi la puerta a la antecámara.
INFORMACION
TESORO
Toca el tesoro para cogerlo.
BARRERAS, CERRADURA DE CAMARA
Tocar la barrera para abrirla requiere un Ankh.
ANKHS
Búscalos y recoléctalos. Son el símbolo de vida. Usalos para abrir
barreras.
Tócalo para recolectarlo.
CUBETAS DE AGUA
Tócalas para recoger agua.
Hay muchos misterios sin resolver y cámaras sin descubrir. Evita los
dardos
envenenados, otros exploradores anteriores han perecido por ellos.
SUGERENCIAS
1. Corazón. Mantén el ritmo de tu corazón lento. Si va
peligrosamente rápido puedes sufrir un ataque al corazón, por eso es
mejor descansar.
2. Vigila tus pies. Mira por donde caminas, asegúrate que
hay suelo firme delante tuyo, especialmente cuando entras en una zona
nueva, mirando abajo.
3. La entrada al altar es por la Cámara Shabaka a una
altura de 72 codos (72c).
4. ¿Desorientado? Utiliza «mirar adelante» (ver controles)
para una rápida reorientación.
5. ¡No dejes piedra sobre piedra! Explora todo, mira
alrededor, sobre y debajo de todo. Hacer un mapa de tus recorridos
puede serte útil.
6. Si todo esto falla, inténtalo disparando.
¡EL UNICO CAMINO ES HACIA ARRIBA! ¡BUENA SUERTE!