En una oscura y silenciosa sala, perdida en algún lugar del vasto y
tenebroso dominio del Señor del Mal, en el corazón mismo de una montaña
que todas las criaturas miraban con temor, tres pares de ojos
permanecían fijos en una puerta, más allá de la cual sólo
había oscuridad.
De pronto, y sin motivo aparente, tres espadas surgieron de sus vainas
y tres guerreros se prepararon en silencio, para enfrentar un ataque
que unos sentidos normales no hubiesen podido siquiera percibir. Y
enseguida, contra la puerta que vigilaban inmóviles como estatuas, se
recortó una alta figura surgida de las sombras.
La figura avanzó hasta el centro de la estancia con pasos lentos y
seguros, hasta quedar iluminada por la tenue luz de las antorchas de la
sala de sacrificios. Y allí se detuvo, durante un segundo, el recién
llegado y los tres guardianes de la sala se escrutaron mutuamente. Los
tres guerreros portaban, en sus armas y corazas, la insignia de las
Tres Luces engarzada a la Estrella Negra, la más odiada en todo el
mundo conocido, y sus rostros, desprovistos de toda emoción sugerían,
sin embargo, una maldad que era común en todos los esclavos de Kulwoor.
El rostro del recién llegado parecía, por el contrario, un libro donde
podían leerse las terribles peripecias y los tremendos sufrimientos por
los que había pasado para llegar allí, donde jamás había llegado
criatura alguna. Pero también hablaba del valor y de la inflexible
determinación que le empujaban.
Fue un momento de inmovilidad y tensión infinitas. Luego, todo ocurrió
como una vertiginosa explosión. Los tres sombríos guardianes saltaron
hacia el intruso simultáneamente, pero por rápidos que hubieran sido -y
lo fueron, como solo los seres de las sombras pueden serlo- el recién
llegado fue aún más veloz.
La sala se convirtió en un torbellino de hojas mortales, cuando las
cuatro sombras cruzaron sus espadas, a más velocidad de lo que la vista
podía seguir. Los tres guardianes de la sala cayeron sobre el intruso,
que se lanzó también al ataque descargando golpes mortales. Luego, al
cabo de solo varios latidos, gritos y rugidos resonaron en las
profundidades del castillo y tres figuras se desplomaron, casi al mismo
tiempo, en el suelo.
El caballero, Redhan, envainando de nuevo la espada, que era ya
legendaria, se acercó a las dos puertas que habían guardado los tres
guerreros. Una de ellas conducía a las profundidades de la tierra donde
Glaurung, el dragón de fuego, batía alas sobre las inexploradas
regiones donde tenía sus dominios. La otra, llevaba directamente a la
sombría morada de Kulwoor, Señor de los magos y mortal enemigo del
caballero.
Redhan vaciló solo un momento. Contra el fuego o la magia nada podía
hacer su espada, a no ser que antes contase con el apoyo de una de las
Piedras Estelares que había venido a liberar. Pero aún no había
encontrado ninguna, y necesitaba las tres, si quería recuperar a
Taleria de manos de su otro enemigo Zwolhan, Señor del Círculo de la
Esfera Resplandeciente.
Durante un momento, la enormidad de la tarea que tenía ante sí, le
detuvo ante las puertas. Luego, reuniendo todo el valor que le había
hecho famoso en las batallas libradas en Althassir, su tierra natal,
atravesó una de ellas dispuesto a todo.
CARGA DEL PROGRAMA
Rebobina la cinta, pulsa LOAD "" y ENTER y pulsa PLAY en tu
reproductor. El programa se ejecutará automáticamente.
CONTROLES
Se puede manejar el juego con el teclado o con un Joystick con
interface tipo Kempston. Para ambos, los controles son:
TECLADO
JOYSTICK
SALTO ALTO
Q ARRIBA
SALTO LARGO
A ABAJO
IZQUIERDA
O IZQUIERDA
DERECHA
P
DERECHA
FUEGO
M
DISPARO
SELECCION
N N
La tecla de selección "N", sirve para seleccionar el tipo de arma u
objeto a utilizar con el fuego.
FORMA DE LUCHA
Aparte de las flechas o de los otros objetos que podemos utilizar, si
lo tenemos, Redhan puede derrotar a sus adversarios utilizando un
sistema de combate, que deberá variar según sea el enemigo a vencer.
En genral, se puede decir que, en caso de choque, vence aquel que esté
a mayor altura y lleve el impulso adecuado. Pero, ni siquiera esta
regla es fija, puesto que el contacto directo con el Mago o el Dragón
será nefasto para Redhan. Estos dos personajes también son totalmente
inmunes a las flechas, a menos que se lleve encima alguna de las Joyas,
por lo que habremos de rehuir el enfrentamiento con ellos hasta tener,
al menos, una.
También conviene saber, que el objetivo del juego es llegar al final
con las Tres Joyas, sin que sea preciso matar al Mago o al Dragón, si
bien esto da mucha puntuación.
DETALLES DEL JUEGO
El objeto del juego es encontrar las Tres Luces y salir del castillo.
Estas tres joyas, al igual que el resto de los objetos utilizables,
están guardadas en cofres esparcidos por todo el mapa. Pero, estos
cofres también pueden contener cosas dañinas, por lo que habremos de
andar con mucho cuidado.
Probablemente, al menos una o dos joyas, estarán en las zonas
inferiores, donde el peligro es mayor, pero esto no es seguro.
En cualquier caso, una vez que las tengamos, debemos dirigirnos hacia
el extremo derecho del castillo donde está la puerta de salida,
cuidando de llevar, también, la llave que abre dicha puerta, en cuyo
caso habremos finalizado la aventura.